Un recién nacido requiere de muchos cuidados para su bienestar. La temperatura del hogar es un factor que debemos cuidar con mimo. Por eso, no son pocos padres los que se preguntan qué hacer con su bebé y el aire acondicionado. ¿Debemos usarlo o prescindir de él? En el siguiente post vamos a intentar responder a estas cuestiones de una manera eficaz.
Por un lado, las altas temperaturas pueden hacer que nuestro pequeño se encuentre inquieto o irritable, afectando a su sueño y su alimentación. En ese sentido, no es diferente a los mayores. En cambio, si abusamos del aire acondicionado también puede afectar a su salud, provocando resfriados o incomodidad.
Lo primero que tienes que saber es que, si hacemos un buen uso, no hay ningún problema en utilizar el aire acondicionado. Solo habrá que seguir unas pequeñas directrices para asegurarnos que el bebé esté en las mejores condiciones.
Pequeños consejos para el uso del aire acondicionado con un bebé
En primer lugar, queremos que nuestro hijo o hija esté a gusto. Por eso, la temperatura debe rondar los 23ºC, tratando de que no descienda de ese límite ni tampoco se vaya muy por encima. Que el aire acondicionado trabaje a una temperatura constante será lo más beneficioso para su salud y, de paso, también nos ayudará a reducir el consumo del aparato.
Además, si es posible, lo ideal será apostar por un aire acondicionado por conductos, ya que consiguen repartir la temperatura de una manera más homogénea, evitando los cambios bruscos de temperatura que pueden resultar peligrosos para el pequeño.
Además, recuerda apagar el aparato durante la noche, ya que el calor exterior desciende y la temperatura corporal del bebé también baja. El equilibrio siempre será primordial para la salud del bebé.
En último lugar, acuérdate de revisar siempre los filtros de tu equipo, límpialos o sustitúyelos con frecuencia para que el aire emitido sea siempre limpio, libre de polvo, suciedad y restos.
