Una pregunta muy habitual y que suele generar debate en el seno de muchas familias: ¿Cuál es la temperatura de confort en el hogar durante el invierno? ¿A cuánto deberíamos estar en casa o mientras dormimos? Este hecho resulta bastante importante para evitar problemas de salud, incomodidad durante la noche o consumo excesivo de calefacción que puede repercutir negativamente en la factura mensual.
Durante el invierno, llegamos a casa después de todo el día fuera soportando bajas temperaturas, lluvia, nieve o viento. Lo único que queremos es estar a gusto en nuestro hogar, ¿verdad? Pero, ¿cómo saber cuál es esa temperatura de confort para poder ajustar nuestra calefacción?
La denominada temperatura de confort en el hogar durante el invierno oscila entre los 19 y los 21ºC durante el día, bajando un par de grados, hasta los 17, por la noche. Estos son los parámetros universales aceptados, pero hay bastantes puntos a los que debemos prestar atención.
Por ejemplo, ¿por qué no es recomendable superar los 21ºC de máxima en nuestras casas? Tienes que saber que más allá de los 23ºC se padecería un aire muy reseco que producirá incomodidades a los miembros de la familia. Lejos de ser confortable, es incómodo.
Gracias a nuestra experiencia, para evitar que la temperatura de confort en el hogar durante el invierno se dispare, tenemos a nuestra disposición distintos aparatos que nos permiten programar y controlar el funcionamiento de la calefacción. De esta forma, no solo escogeremos la temperatura ideal, sino las horas en las que se enciende o se apaga. Es una inversión que nos permitirá ahorrar costes en el futuro.
No todo el mundo está de acuerdo en la temperatura de confort en el hogar durante el invierno
Como mencionamos en un principio, no todas las personas están de acuerdo en cuál es la temperatura correcta, generándose debates. Hay varios factores que intervienen en este hecho, como la ropa que se use en el hogar, el género de la persona o la cantidad de grasa corporal. Así, las personas con más grasa o peso son más resistentes al frío, lo mismo que generalmente los hombres que las mujeres.