Verano y revisión de la caldera: por qué es el mejor momento

Realizar la revisión de la caldera en verano puede que sea una de las mejores decisiones que hagas en todo el año: no pasa nada si tienes que fregar los platos con un poco de agua fría, no necesitas la calefacción para mantener el calor dentro de casa… ¿Quieres más razones?

Garantizar el buen funcionamiento de la caldera es un auténtico quebradero de cabeza y una obligación legal para los usuarios durante todo el año. Nadie quiere quedarse sin agua caliente, sobre todo, cuando el frío acecha y la ducha al final del día se convierte en la única forma de entrar en calor cuando se llega a casa. Como tampoco es plato de buen gusto poner en riesgo la seguridad de una vivienda o un edificio por un aparato en mal estado.

Más por lo primero que por lo segundo, buena parte de las revisiones y puestas a punto de estos sistemas calentadores se realizan durante el periodo estival. Cabe mencionar aquí que no es lo mismo la revisión de la caldera que la inspección rutinaria de la instalación de gas. El objetivo de ambas es asegurar el buen funcionamiento de los sistemas de calefacción y calentadores de agua, pero son diferentes en cuanto a requisitos, plazos, etc.

Ahora que ya ha llegado el verano y que le podemos dar cierto respiro al agua caliente, quizás deberías ponerte en contacto con instaladores especializados – como los de I3C – y realizar la revisión de tu caldera. Te contamos por qué.

Razones para revisar la caldera en verano

De la misma manera que ocurre con el aire acondicionado, en muchos hogares llega el calor y la caldera pasa a un segundo plano hasta que se vuelve a necesitar a máxima potencia en invierno. También como ocurre en los sistemas refrigerantes, es importante utilizar los meses de menor uso para realizar las comprobaciones de funcionamiento, las búsquedas de averías y las reparaciones necesarias para asegurar que la caldera funcionará correctamente cuando la necesitemos.

En I3C, ya hemos hablado de los aspectos legales de la revisión de la caldera y de toda la instalación de gas del hogar. Pero, en esta ocasión, te proponemos cumplir con los plazos establecidos por ley para esta supervisión rutinaria durante el verano. Estas son nuestras razones:

  • Se evita la pérdida de calor. Una avería en invierno nos obliga a mantener los radiadores apagados y calentar el agua de la forma más tradicional mientras los técnicos se encargan de arreglarla. Durante el periodo estival, el calor ya está en la calle. No se necesita la calefacción y el agua caliente se utiliza a menos temperatura. Es el momento perfecto para revisar o arreglar cualquier defecto del aparato sin afectar a la temperatura del hogar.
  • Da margen para reparar averías. Elegir este periodo para la revisión de la caldera obligatoria permite adelantarse y detectar desperfectos.

Menor demanda, mayor rapidez. Este momento del año es el elegido por la gran mayoría para escapar a segundas residencias o destinos paradisíacos. Así, las llamadas a los servicios de los instaladores y técnicos de reparación y revisión de calderas son menos frecuentes. Aprovecha para ponerte en contacto con una empresa oficial y de confianza, cumple con la ley y adelántate a problemas futuros. Ya lo dice el dicho: mejor prevenir que curar.

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